FIN DEL MUNDO (XVII) by Luís Gracía del Oro
Luís García del Oro
¿Quién es?
Con 31 años, trabaja como Director Creativo en
una agencia de publicidad, pero antes fue guionista en televisión, escritor de
blogs y en 2012 publicó su primera novela: El meu pare es un mafiós.
De sí mismo nos dice: Supongo que al final todo
se reduce a lo que más me gusta en el mundo: Tratar de contar historias que
gusten a la gente.
Así empieza su relato:
<<DÍA 01.
Desde la ventanilla del avión que le llevaba a
Hong Kong, Martin Kung pudo observar cada vez con más detalle el alcance de la
tragedia. Hacía rato que el avión se había quedado sin combustible, y planeaba
plácidamente hacia el suelo mientras sobrevolaba autopistas colapsadas y coches
en llamas. Segundos
antes de impactar contra el suelo pudo ver perfectamente la inmóvil multitud que abarrotaba las calles de una ciudad indeterminada del interior de China. Incapaces de huir, a las víctimas que se hallaban allí sólo les quedó el recurso de cerrar los ojos con fuerza, apretar los dientes y gritar justo antes de que esa mole con alas les cayera encima. >>
antes de impactar contra el suelo pudo ver perfectamente la inmóvil multitud que abarrotaba las calles de una ciudad indeterminada del interior de China. Incapaces de huir, a las víctimas que se hallaban allí sólo les quedó el recurso de cerrar los ojos con fuerza, apretar los dientes y gritar justo antes de que esa mole con alas les cayera encima. >>
Y ahora en catalán:
Luís García del Oro
Qui és?
Amb 31 anys, treballa com a Director Creatiu a
una agència de publicitat, però abans va ser guionista en televisió, escriptor
de blocs i el 2012 va publicar la seva primera novel · la: El meu pare és un
mafiós.
De si mateix ens diu: Suposo que al final tot es redueix al que més
m'agrada en el món: Tractar d'explicar històries que agradin a la gent.
Així comença el seu relat:
<< DIA 01.
Des de la finestra de l’avió que el duia a Hong
Kong, en Martin Kung va poder observar cada vegada amb més detall l’abast de la
tragèdia. Feia estona que l’avió s’havia quedat sense combustible i planejava
suaument cap al terra mentre passava per damunt d’autopistes col·lapsades i
cotxes en flames. Uns segons abans de l’impacte va poder veure perfectament la
immòbil gentada que atapeïa els carrers d’una ciutat indeterminada de
l’interior de la Xina. Incapaces de fugir, a les víctimes només els va quedar
el recurs de tancar els ulls amb força, serrar les dents i cridar just abans
que aquell gegant amb ales els caigués al damunt. >>
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